sábado, 13 de abril de 2013

Ana y la inconsciente Pillina

Un espantoso quejido que se ahoga tras unas abarrotadas ventanas interrumpe el alegre piar de unos pajarillos que habitan en el roble del primaveral jardín, dueño de la estampa más bella del lugar. Procede del edificio de los enfermos mentales más peligrosos. Invadiendo la alargada sombra del imperenne guardián del edificio, unido a un conjunto de otros cuatro más a través de túneles que hacen a su vez de doble muralla que lo aíslan del exterior,  transitan torpemente enfermos mentales libres que se dirigen para observar el espectáculo que cada Lunes se da en el almacén, asomando intermitentemente por la amplia puerta sus pronunciadas sonrisas entre el gentío y colaborando en el jolgorio con grititos de nerviosismo. Es el día del reparto de productos y material de limpieza.


Apenas se escuchan los pasos de la responsable de hostelería y limpieza del centro, Pillina, que se desplaza como una serpiente por los apagados pasillos del psiquiátrico, quizá para que su personal nunca sepa cuando y por donde aparecerá su antigua compañera, ahora jefa, inconscientemente entusiasta de la teoria X.

Se esfuerza en seguirla Ana, la nueva responsable en formación. Acaba de terminar el grado de hostelería y cubrirá este cercano verano sus vacaciones. Pillina fue recientemente subrogada como responsable por la nueva empresa de restauracion colectiva, y pretende enseñar a Ana para que ocupe su lugar en agosto, y poco más. Teme que la desplace laboralmente.

- ¡Apresúrate! y observa bien el sistema de trabajo que la próxima semana lo harás tú. -Pronuncia mientras vigila el entorno, observando inquisidoramente a sus subordinadas, una flota de auxiliares de limpieza que forman una desordenada fila a las puertas del almacén.

- A ver lo que decimos que estoy aquí, eh! Esta es Ana, me sustituirá en mis próximas vacaciones, ¡ojito!

La puerta cruje al girar la muñeca de Pillina y un escandaloso gentío precede a la torturadora de un ejército de cajas, bolsas, y fardos, que roban el enorme espacio de un maltratado almacén, que ha perdido la esperanza y que se contenta ya con que las estanterías del fondo no caigan en las redes del caos.

- A ver si eres capaz de recordarlo todo. Aquí tienes las fotocopias para anotar lo que entregas de cada sección. Tú rebaja la cantidad de lo que te pidan, ¿entiendes? -Ana afirma con la cabeza sin replicar.

- ¡A veeeer! ¿Quién es la primera? ¡Venga! que se nos hace tarde. ¡Remolonas!.

- Yo misma -replica un pequeña auxiliar que ya no cumple las cincuenta primaveras.

- ¿Qué necesitas?

- Cinco botellas de lejía, tres rollos de bolsas de basura grandes, tres de la pequeña, un multiusos y un mocho.

- ¿Tú para que quieres un mocho? -le alza la voz mientras apunta el material dado -utiliza el que tienes todavía. Te doy cuatro botellas, dos rollos de cada tamaño, el multiusos y vas que te matas. Venga ¡La siguiente! -Una pequeña y maliciosa sonrisa se esboza en el rostro de la auxiliar que le presta su lugar a la siguiente compañera.

Así trascurre media mañana, hasta que las cuarenta auxiliares se han aprovisionado de suficiente material como para contentar al office del cual son responsables. Ana que procede de un entorno teórico, donde todo se calcula utilizando ratios, se usa el menu engineering, etc. no da crédito de esa forma de trabajar, a lo loco. ¿Cómo es posible que una responsable trabaje así? Ella lo prepararía sola, sin montar ese circo y hacer perder media mañana a la plantilla. Lo prepararía para cada unidad en las cajas que quedan vacías y en función de ratios, como metros cuadrados a limpiar, por ejemplo, y  también en base a la experiencia, ya que hay constancia escrita de las entregas desde hace tiempo, y no como una burda negociación de mercadillo. Se arma de valor, y se dirige a su escandalosa y sudada compañera 

- Perdona, Pillina, ¿Es que no te das cuenta que ellas te piden de más, ya que saben que les vas a bajar la cantidad solicitada?

- ¡Tú que sabrás! ¡Niñata! ¡Si acabas de salir de la "escuela"! ¡Que no se te ocurra cambiar nada en mi ausencia o te vas a enterar!

Ana se sonroja mientras piensa que a alguien la bailó una "o" por una "i", al ponerle el nombre a su jefa.

¿Somos ante todo pragmáticos o aplicamos convenientemente la teoría? ¿Qué ratios y fórmulas  le aconsejarías a Pillina para gestionar eficientemente el centro?

4 comentarios:

Unknown dijo...

imagino que es un ejercicio de valorracion.
Creo seriamente que el responsable de pillina debeia aconsejarle que como mando que es esta supuesta encargada debería ser algo mas comedida con sus subordinados.
si tienes un grupo feliz "tendras un grupo eficiente"
Seguramente el grupo no respeta a pillina por su actitud, hay que recordar que el respeto lo gana uno con su trabajo. Si pillina realiza su trabajo de manera eficaz, esto se transladará al resto del grupo.
Pillina debe confiar en cada uno del grupo y no dudar de proporcionarle el material que se solicite, a cambio cada miembro del grupo debe aplicar a su trabajo y las herramientas que lo componen simplemente sentido comun.

La persona que realiza la sustitucion: Es importante que no cambie nada(si no se va a quedar mas tiempo)ya que de lo contrario el grupo se puede ver muy afectado, creando posiblemente futuros conflictos que no existian antes.

Por último para poder aconsejar la aplicacion de los ratios de productividad u otro tipo de formula es necesario disponer de muchos mas datos.

Unknown dijo...

Buenos días Juan. Lo primero querría felicitarte por tu blog. Lo he descubierto recientemente a través de linkedin y me resulta muy interesante. Recojo tu reflexión acerca de la lucha entre teoría y praxis y te doy algunas pinceladas de mis impresiones.

Pienso que las personas somos pragmáticas y aplicamos la teoría (convenientemente o no eso es otra cuestión). Todas las personas, sin excepción. La cuestión es cuáles son los objetivos que buscamos conseguir y qué teorías son las que estamos aplicando.

En el ejemplo que nos planteas Pillina tiene como objetivos que el trabajo salga adelante, que sus subordinadas se sientan amedrentadas y vigiladas y que a grosso modo se gasten los productos dentro de un orden. Por su puesto no quiere dejar manga ancha a la nueva responsable de formación para que no le quite protagonismo, y como tú comentas, aplica (inconscientemente) la teoría X.

¿Son sus objetivos optimizar el proceso de limpieza, racionalizar el uso de productos y enseres, favorecer el ambiente de trabajo, aumentar la calidad de sus tareas y crecer profesionalmente? Probablemente no. ¿Tiene formación (teorías) en materia de Tecnología de Alimentos, de APPCC, calidad o gestión de RRHH? Probablemente tampoco.

Entonces me da la sensación que sus superiores no le exigen objetivos diferentes a los que ella misma se ha marcado y aplica las teorías que conoce (conscientemente o no) para cumplirlos.

Si yo fuera la dirección de la empresa querría que la encargada de hostelería y limpieza de una residencia de enfermos mentales cumpliera con unos objetivos cada vez más ambiciosos (que iríamos actualizando con el tiempo), y que además de aportarme su experiencia tuviera una formación adecuada (muchas teorías interesantes en la cabeza que aplicar) o que se formara de forma continua según las necesidades del puesto de trabajo.

Si yo fuera Pillina aplicaría un programa de limpieza para todo el centro en el que estuviera estipulado qué hay que limpiar, quién lo tiene que hacer, con qué frecuencia, con qué productos, con qué dosis, con qué métodos y utilizaría herramientas de supervisión y control.

Si el equipo aplica el plan de limpieza (la teoría) adecuadamente cumpliremos los objetivos y seremos pragmáticos. Si los objetivos no se cumplen deberemos modificar el plan de limpieza o buscaríamos un método (teoría) alternativo hasta que se cumplieran (logrando la praxis).

Unknown dijo...

Ignacio, me alegra mucho tu aportación referente a la felicidad en el trabajo, gracias por tu reflexión.

Unknown dijo...

Muy amable Tomás, gracias. La experiencia como fuente de creación de la teoría, conjugar praxis con teoría, totalmente de acuerdo contigo.