sábado, 31 de enero de 2015

La #LEALTAD de Guzmán

Todavía hay profesionales que desconocen la ética. Son poseedores de una extrema vanidad que les hace pensar que son "los más listos de la clase". La traición forma parte de su "modus operandi", pero es una mala herramienta, ya que devora, mas pronto que tarde, a quien se nutre de ella.

Una semana complicada para Guzmán, embarcado en múltiples tareas que le confieren sutiles surcos en la frente cada año, sobre todo en los años de concurso, como el actual. Numerosas empresas del sector se enfrentarán, en búsqueda de la adjudicación de la gestión de la cocina que dirige. Para poder hacer una oferta ajustada deben visitar la misma, ya que cada centro es diferente, poseedor de peculiaridades importantes a considerar en los costes y en el planteamiento del servicio.
 
- Hombre. ¡Cuánto tiempo! -Escucha Guzmán levantando la vista secuestrada por la hoja de pedidos. 
 
- Han pasado unos años desde que trabajamos juntos. ¿Me recuerdas?
 
- Sí, claro. Eres el Comercial que se marchó porque no le dieron el ascenso. ¿No?
 
- Sí. Más o menos fue así. ¿Podemos quedar a comer? Recordaremos viejos tiempos y me pones al día
 
- Sssssi, claro.
 
-Muy bien te llamaré pronto. Vamos a visitar la cocina. A ver si volvemos a trabajar juntos. Esta vez en otra empresa. Ya te contaré -Le susurra levemente mientras le guiña un ojo descaradamente.

Un solo día después del inesperado encuentro, casi sin tiempo de reacción, recibió la llamada de su excompañero para concertar una comida en un prestigioso restaurante de la ciudad, al lado de la playa. Guzmán estaba nervioso. No sabía muy bien cómo actuar ante la situación que se le planteaba, nada común. Su decisión podía ser interpretada de muy numerosas formas por su actual empresa. ¿Qué interpretarían si conocieran que le han visto comiendo, en pleno concurso, con un profesional de la competencia? Siempre habían sido honestos con él, le habían apoyado y le habían hecho crecer profesionalmente, por lo que tenía claro cómo actuar, si no fuera por el temor. La empresa que le había hecho el ofrecimiento podría convertirse pronto en su nueva empresa, si resultaba adjudicataria. ¿Tomaría represalias si no la ayudaba? Era consciente de que estaba en posición de decantar levemente la victoria hacia un lado u otro. Su conocimiento de los costes del centro: personal necesario, costes de mantenimiento o de suministros y la planificación del servicio, entre otros aspectos permitiría elaborar una oferta ajustada en precio, una cuenta de explotación saneada y una valoración positiva en el criterio técnico por parte del tribunal. Finalmente, decidió hablar con su actual jefe, Ricardo.

- Ves a la comida, no estaría mal conocer sus intenciones. No le des pistas sobre nuestro proyecto y, si puedes, los despistas un poco -le aconsejó su jefe con cierto malestar, ya que estaba poco acostumbrado a la ausencia de ética que se desprendía de la situación, sobre todo procediendo de un antiguo compañero.

Pasados unos días, Guzmán se enfrentaba a la prueba, con unos minutos de retraso sobre la hora prevista que había puesto nerviosos a los dos comensales que le esperaban, su excompañero y, posiblemente, un responsable operacional.

- Disculpar, el aparcamiento está cada vez peor.
 
- Te presento a Maquiavelo, mi jefe. -Le comenta su excompañero al mismo tiempo que le choca la mano firme y alegremente.
 
- Queremos que sepas que si ganamos el concurso contamos contigo. Por cierto, ¿Tienes coche de empresa? -Pronuncia Maquiavelo mirando a su compañero, mientras Guzmán niega con la cabeza. -Este hombre ¡tiene que tener coche, portátil y móvil de empresa! Si ganamos, por supuesto. ¿Qué tal la relación con tu empresa?
 
- Bueno, normal.
 
- Con nosotros no vas a tener problemas, conocemos tu larga trayectoria -Se apresura a comunicar su excompañero. -Conocemos tu capacidad y nos gustaría que nos aconsejaras sobre nuestro planteamiento. ¡Sería un placer trabajar contigo!

Mientras el disciplinado camarero paulatinamente una serie de entrantes, precedidos por sus característicos olores: jamón con queso, gambas, calamares, pescadito frito variado ... Guzmán fue sometido a un intenso interrogatorio acompañado de múltiples detalles que consumieron por completo el gastronómico espacio temporal, incluyendo el plato principal: Arroz a banda. ¿Cuánto personal hace falta para dar el servicio? ¿Cómo crees que tenemos que organizar el servicio? ¿Crees que funcionaría este sistema que tenemos planteado? ... Él les daba respuestas genéricas y, en lo fundamental, los dirigió justo por el lado opuesto, aprovechando las ocasiones que le pintaban para obtener información sobre cómo iban a plantear su oferta, sirviéndose de la teatralización del perfil de un tipo ingenuo.

Unas semanas más tarde, en la mesa de la apertura económica, la sonrisa de uno de los asistentes se quebró por completo mientras escuchaba la valoración de la mesa de contratación, que favorecía a la actual empresa, gracias, en gran parte, a la lealtad de uno de sus profesionales.

Lealtad = Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien.