sábado, 17 de julio de 2010

¡ El golpe de estado de las marcas !

¿Conoce usted a las empresas o a las marcas?. Seguramente, al igual que ocurre con las personas físicas, la imagen exterior es lo conocido y valorado y, tan sólo, en algunos casos tenemos la posibilidad de conocer verdaderamente a la persona, es decir a la empresa o persona jurídica. Ya no nos interesa tanto la empresa, cada vez tarea más complicada, al poseer varias marcas, cambiar de nombre periódicamente o bien sometiéndose a fusiones en unos casos, escisiones en otros, etc. Las marcas han tomado el poder de la imagen destronando a las empresas. Un famoso y reputado hostelero de la Comunidad Valenciana ha puesto en marcha una marca propia desechando el archiconocido nombre de su restaurante. Exponía varios motivos, entre los cuales estaba la eliminación de confusiones a la hora de encontrar dicho restaurante y sobre todo, "la marca", la cual poseía varios socios. Quiero ser el único dueño de mis éxitos y de mis fracasos, pronunciaba. Lamentablemente, esto es un poco más complicado que eso. ¿Quién es realmente el dueño de una marca?. Sin duda alguna, los clientes. La revolución tecnológica 2.0 en la que nos hayamos inmersos está produciendo cambios radicales en el mundo empresarial. Un cliente contento se lo cuenta a unos pocos intimos amigos, un cliente descontento a decenas de ellos, acostumbrabamos a escuchar a directivos del área del marketing y a empresarios entre otros. Bien, esto ha pasado a la historia, un cliente descontento se lo contará a miles de internautas, desacreditando estrepitosamente a nuestra marca. Frente a esto, ¿Qué se puede hacer?. Bueno, lo más inteligente es conocer. La información al poder. Si conocemos la opinión de nuestros clientes, ¿Será esto una ayuda para poder tomar las decisiones adecuadas y orientadas a satisfacer al mismo con el fin de retenerlo o bien ganarlo?. El cliente se convierte de algún modo en el dueño de la marca. No basta con ello. Conozcamos a la competencia, las debilidades y fortalezas, las oportunidades y amenazas, tanto de nuestra marca como de la competencia. Para ello, contemos con una estrategia clara y con un Community Manager. Son profesionales que se ponen a disposición de las empresas, con una formación y experiencia altamente cualificada en materia de tecnología y redes sociales. Especialización no muy alejada del actual área de comunicación de la empresa, convirtiéndose en los ojos y oídos de la empresa. Para Pymes, la opción sería contratar un freelance, el coste oscilaría entre los 400 y los 900 euros mensuales. Una cantidad insignificante para el daño económico que puede sufrir nuestra marca o bien la toma de decisiones equivocada por desconocimiento de la opinión de nuestro clientes.