domingo, 31 de agosto de 2014

La #casta y la #chusma

La frenética actividad, habitualmente imperante en la cocina parece haberse detenido. Es el momento del almuerzo. Tan sólo una mezcla de olores en el ambiente y unas voces provenientes del comedor de personal rompen el extraño silencio del lugar y nos indican el tipo de dependencia en la que nos encontramos.
 
 
Habla Pedro "el cocinero", uno de los delegados de personal, y cualificado absentista profesional que utiliza sus conocimientos y mala praxis para poner la empresa pública al servicio de sus intereses y de su tiempo libre, el cual destina principalmente para desempeñar, ilegalmente, el oficio de dependiente en un negocio familiar.
 
- La empresa privada sólo tiene como objetivo enriquecerse a costa del erario público. Para ello no duda en destruir puestos de trabajo, debemos hacerle frente y recuperar nuestro servicio -Pronuncia Pedro ante el auditorio, parte del cual pertenece a la empresa privada y que debe morderse la lengua.   
 
El sindicato en el que milita le ha dado instrucciones de "liarla", como única salida al deterioro sufrido después de las últimas noticias del fraude de las facturas falsas de formación. Por lo que parece, parte de su organización ha robado a los contribuyentes y debe desviar la atención pública en estos delicados momentos. Sus horas de trabajo en el centro son escasas al año, planificando las bajas, vacaciones, moscosos, horas sindicales etc. para disponer personalmente de su tiempo para los fines mencionados Aún así, aprovecha convenientemente los pocos días al año en que asiste al trabajo para confabular contra la empresa privada de restauracion colectiva, contratada para gestionar la cocina del hospital público, y con la obligación de sustituir con su personal propio o el contratado, las bajas del personal estatutario que se produzcan, entre las que se encuentran las innumerables de Pedro. En su puesto de trabajo, Pedro y alguno de sus secuaces, se limitan a boicotear a diario a la organización, con especial dedicación esta semana. Para ello, reducen la productividad, tratan incorrectamente las materias primas y a la maquinaria, e incluso desorganizan al personal, creando pequeños caos que afectan al servicio de alimentación al paciente, y por lo tanto a la empresa privada, responsable del mismo. La empresa carece de autoridad para poder iniciar acciones disciplinarias, y de probar algunas actuaciones realizadas en muchas ocasiones sin testigos, o disfrazadas de errores sin maldad. Aunque, la empresa, ya ha trasladado a la dirección del centro los problemas originados por una pequeña parte de la plantilla estatutaria, especialmente de Pedro, nada ocurre.
 
Aurora, la Responsable de la empresa privada en el centro, casualmente, pasa por delante del comedor y escucha el comentario. A pesar de hacer un enorme esfuerzo por mantener la prudencia se deja llevar impulsivamente, afectada por la cantidad de torturas a las que ha sido sometida durante los años que lleva soportando esta actitud por parte de él y de alguno más de sus compañeros.
 
- ¡Pensaba que el erario público también pagaba al personal estatutario, y el coste de sus desmanes, no sólo a la empresa privada! Sin lugar a dudas, el servicio es más eficiente ahora y por lo tanto cuesta mucho menos al contribuyente. Gracias a ello, puede contratar, por ejemplo, a más médicos, que si que son necesarios y no abandonan su puesto de trabajo dos horas antes de terminar la jornada laboral.
 
- ¡Eres casta! -Grita Pedro con el rojizo rostro desencajado.
 
- No sé muy bien lo que es la casta, pero sí perfectamente lo que es la chusma -Pronuncia Aurora desapareciendo antes de que se monte un follón donde tiene todas las de perder.
 
 
¿Deben reinventarse los sindicatos actuales? ¿Porqué se privatizan algunos servicios públicos?